"Nuestra oración debe ser valiente, no tibia, si queremos no sólo obtener las gracias necesarias, sino sobre todo, a través de ella, conocer al Señor. Si lo pedimos, será Él mismo quien nos traiga su gracia... Una oración que no sea valiente no es una verdadera oración. Cuando se reza se necesita “el valor de tener confianza en que el Señor nos escucha, el valor de llamar a la puerta. El Señor lo dice, porque quien pide recibe, y quien busca encuentra, y a quien llama se le abrirá”... Cuando oramos valerosamente, el Señor no sólo nos da la gracia, sino que se nos da también Él mismo en la gracia. Porque “el Señor jamás da o envía una gracia por correo: la trae Él, es Él la gracia”!
texto completo: http://www.news.va/es/news/la-valentia-de-la-oracionoracion
No hay comentarios:
Publicar un comentario